Este tipo de comportamiento puede entenderse más fácilmente cuando se estudia el efecto de la temperatura sobre la solubilidad de las sustancias.
La solubilidad es la máxima cantidad de soluto que se puede disolver en una cantidad de disolvente a una temperatura determinada. Se suele expresar en gramos de soluto por cada 100 cm3 de disolvente a una temperatura dada.
La
solubilidad depende de varios factores, como
las propiedades del soluto y del disolvente, temperatura y
presión
Centrémonos
en este caso en la variación de la solubilidad con la temperatura.
En la mayoría de las sustancias, un incremento de la temperatura
causa un aumento de la solubilidad. Por eso el azúcar se disuelve
mejor en café caliente.
La
solubilidad de los gases en líquidos presenta, sin embargo, un
comportamiento diferente de la que poseen los sólidos. Al aumentar
la temperatura, aumenta la energía cinética de las moléculas del
gas disuelto, pudiendo éstas escapar del líquido con mayor
facilidad.
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